miércoles, 3 de octubre de 2007

Bienvenida a Perú


Salí a las 11 pm en un bus internacional desde Loja, con destino Piura, Perú.

Obviamente me dormí antes de salir del Terminal (gracias a Maria Mercedes que me regaló un candadito con clave para el bolso, puedo dormir tranquila!).
Llegué a Macará a las 2 am. Allí debía sellar el pasaporte a la salida de Ecuador y luego caminar 100 metros y sellarlo a la entrada de Perú.

En la fila, mientras esperaba a que me pusieran el sello, conocí a una niña suiza y un tipo sueco que iban en el mismo bus que yo.
La suiza había perdido la tarjeta andina que le dan a uno a la entrada al país, así que nos quedamos con ella por si tenía algún problema. Sin embargo todo salió bien y llegamos a Piura sin contratiempos.

Yo quería seguir a Chiclayo, pues la niña a quien había contactado en Piura para quedarme no me contestó el correo y Magnus, el sueco, decidió ir conmigo a Chiclayo antes de continuar su viaje a Lima.

Llegamos muy temprano, no habíamos comido nada y no teníamos soles sino dólares. Los bancos aún estaban cerrados, así que decidimos cambiar en la calle, con los cambistas.
El billete más pequeño que yo tenía era de 20 dólares y los tipos sin unos magos. Se te acercan varios, te hablan al tiempo, te entregan los soles y te dicen que los revises. De pronto, ante mis propios ojos, el tipo cambió el billete por uno de 5 dólares, alegando que ese era el que yo le había dado.
Peleamos un rato, buscamos un policía y nos dijo que no podía hacer nada, que era su palabra contra la mía (evidentemente valen lo mismo para la policía, es decir que hay las mismas posibilidades de que él me quisiera robar a mi o que yo le quisiera robar a él) y que por 15 dólares no valía la pena.

Obviamente me dio al final más rabia con el policía que con el ladrón! Por eso es que la impunidad continúa! Es la misma historia que cuando me robaron en el apartamento de Medellín y la policía no hizo nada!

En fin, traté de no predisponerme ni desanimarme, aunque me demoré todo el día en quitarme la sensación de impotencia y sólo me sentí mejor después de que Magnus me compró un pedazo gigante de torta de chocolate con helado!

1 comentario:

Marion dijo...

Vivo en Paraguay y estaba "googlenado" todo para mi viaje a Peru en enero. Es mi primer viaje sola y de aventurera, y dí con tu blog. No paré de leer tus recomendaciones, buena onda que compartas lo q viviste. Me da mas ganas emprender mi viaje. Encima eres paisana!!! bn ahí parcera! aunq falta mucho, te voy a escribir como estuvo :)
Buena vidaa!!