miércoles, 16 de enero de 2008

Concepción, Penco y Talcahuano


A Concepción llegué una tarde, despues de muchas horas de viaje en unos 6 camiones.

Llamé a la mamá de Cristian, el amigo de Chiloé, con mucha pena de pedirle alojamiento, pero cual no sería mi sorpresa al ver que me esperaban. Cristian la había llamado.

Llegué justo a la inaguración del local familiar de comidas rápidas "Brontosandwichs". La familia vive en Penco, una comuna de Concepción, ubicada a orilla del mar y con unas playas preciosas.

Me recibieron súper bien, todos muy lindas personas y muy unidos en una numerosa familia. Todas las noches mientras estuve allá me dediqué a ayudar en el negocio. Además recorrí Penco, hablé por horas con Lucho, hermano de Cristian, quien es un tipo súper interesante y me contó mucho sobre la historia de Chile.

Además recorrí los alrrededores. Fuí a Talcahuano, una playa a una hora y media de Penco, donde se encuentra el "Huascar", un barco que originalmente fué Peruano y que logró hundir al barco Chileno "Esmeralda", durante la guerra del pacífico. Luego el Huascar fué capturado y retenido por los Chilenos que hoy lo exhiben muy orgullosos de su valor y llenan sus alrededores de placas conmemorativas, que recuerdan los triunfos, más no las pérdidas invaluables de vidas humanas durante la guerra.

La verdad, más que los barcos, en Talcahuano me encantaron los lobos marinos, que acuden a la orilla atraídos por los turistas que los alimentan y posan para la cámara como si hubieran nacido para eso.

Fueron unos días muy lindos con la familia de Cristian. Además de estas zonas, fuí a Concepción, a visitar la universidad (famosa por ser la cuna del movimiento revolucionario de izquierda en Chile y opositora de la dictadura de Pinochet), a los parques, a las playas... en fin, me caminé la ciudad lo más que pude y me deleité con sus ofertas culturales: Espectáculos, libros, música...

Pero como llegué (a dedo) tuve que irme.

1 comentario:

LC dijo...

Hola Nena, como todo papá, soy celoso y te lo digo por que desde tu regreso no he podido tener un minuto contigo para hacer lo que más me gusta hacer que es escucharte y charlar de todo lo que te interesa. ¿Me das una cita?

Mentiritas hija, no soy celoso y me encanta que sigas corriendo de un lado para otro, haciendo mil cosas a la vez, planeando otro viaje y que se yo cuántas cosas más. Tu energía y tu entusiamo son contagiosos.

vale,

LC