miércoles, 19 de septiembre de 2007

Mindo


Mindo es una especie de paraíso perdido.

Es un pueblito diminuto, pero rodeado de verde, con clima húmedo tropical y mil cosas para hacer, aunque todas cuestan entre cinco y treinta dólares!

Me quedé en un hotel llamado La Casa de Cecilia, ubicado a orillas del río Mindo. Es una construcción de madera, muy rústica pero muy agradable. Mi cuarto sólo tenía 3 paredes, así que quedaba al aire libre con solo un toldillo para protegerme de los insectos.

En la madrugada me quité el toldillo pues tenía mucho calor y a las 6 am me despertaron los colibríes volando por todo el cuarto! Era como el paraíso!

Conocí una niña de Israel, con la que me fuí al día siguiente a montar en la tarabita, una especie de canasta suspendida con cables 500 metros sobre el bosque! Era adrenalina total, sobretodo si tienes en cuenta las bajas posibilidades de que el aparato reciba mantenimiento.

Luego nos fuimos a caminar por un sendero que une 6 cascadas unas con otras. El recorrido duró 5 horas en total y en la última cascada nos tiramos al agua HELADA!

Conocí también unos muchachos del pueblo, entre ellos William Patiño quien me ofreció su casa cuando regrese a Mindo.

El sitio me encantó. Espero regresar en el camino de vuelta!

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