sábado, 29 de diciembre de 2007

La provincia de Buenos Aires


Además de mi estancia en capital, recorrí también un poco la provincia de Buenos Aires.

Primero me alojé en casa de Jose y su familia: Joaqui, su hijo y Hernán, su esposo.
Viven en un sector llamado San Fernando, a unos 40 minutos de capital en tren, en una casa con jardín y un pequeño zoológico: 4 gatos, una perra, una paloma con el ala rota que no puede volar y un estanque con peces y renacuajos.

En los días que estuve con Jose, e llevó a conocer los alrededores de las paradas del tren de la costa, la ciudad de el Tigre a orillas del segundo delta más importante del mundo, donde recorrimos en catamarán el río de la Plata.
Fué precioso... tranquilo, con la luz brillante del verano y el vientecito del barco, mirando los diferentes brazos del río y las entradas que semejan un sistema complejo de calles y callejones por los cuales las lanchas ciculan al igual que lo hacen los automóviles en la ciudad.

Además hay recreos, es decir playas con su respectivo restaurante donde puedes detenerte a pasar el día o el rato. Hay bares y restaurantes por todo el recorrido, con vista al río y contrastan con las casas locales de las islas, en las cuales se adivina la pobreza de sus habitantes.

Fuimos al mercado de frutos, zona artesanal y comercial que hace un paseo muy lindo también y caminamos por Victoria, la ciudad donde viven hasta la orilla del rio. Conversamos, comimos helado como nunca...

Fueron unos días muy tranquilos y de mucho descanso (a pesar de las caminatas de horas y horas) y lo disfruté muchísimo.

Salí también con Luciano, un amigo que conocí por na página de viajeros y que vivía cerca a la casa de Jose. Fuí con él y dos de sus amigos a un Boliche... no mejoró mucho mi idea de los boliches, pero pasamos rico!

El día que me iba, Jose, Joaqui y Hernán me llevaron a la estación y, como ya es costumbre parece, llegué sobre el tiempo y me despedí rápido mientras el tren avisaba la salida... Me dió muchísimo pesar no tener tiempo de abrazarlos como hubiera querido!

De ahí me fuí a La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, a un asado en casa de un amigo de mi papá.
Luego del asado me alojé en casa de otro amigo, Cacho y su esposa Rosanna.
Ahi me quedé unos días, aprovechando para ir a cine y recorriendo la ciudad que es muy linda, diseñada con una simetría casi perfecta, pues sus calles confroman un cuadrado atravezado por dos diagonales con una plaza grande cada seis cuadras en cualquier dirección y una en el medio.

Comí con Paeto, amigo de mi papá y su esposa, recorrí Gonnet y City Bell, conduciendo auto por primera vez desde que salí de mi casa... Me sentí como en casa con estos amigos que son mis papás putativos en Argentina.

Pasé allá las fiestas decembrinas, con un pequeño interludio de regreso a Buenos Aires para visitar a un amigo y visitar un par de museos que me quedaron faltando y recargué fuerzas para continuar el viaje...

Al sur, al sur... A LA PATAGONIA!!!

San Carlos de Bariloche, mi primera escala, me esperaba!

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