lunes, 21 de enero de 2008

Hacia el norte de Chile... el regreso en camión!


Al regreso hacia Perú, me detuve en La Serena, Copiapó, Iquique (antiguo territorio peruano, perdido durante la Guerra del Pacífico) y finalmente Arica.

De cada uno de estos sitios no hay mucho que decir, pues fueron solo paradas cortas para conocer la ciudad y admirar el paisaje, cambiante a cada kilómetro y a la vez increíblemente monótono dentro de sus dunas de arena desértica.

El desierto de Atacama es muy diferente del Sahara o del desierto de Nazca. La arena no es del color del oro, ni suave, ni produce esa sensación de agua corriente de las dunas que había visto hasta ahora.

El desierto de Atacama, el lugar más seco de todo el mundo, tiene dunas de arena compactada, que más parecen piedras a simple vista, pero que se desmoronan con facilidad al tácto. El color es grisáceo, con grandes manchas blancas que corresponden a los salares, lo cual le dá un tono más triste que desértico.

Las carreteras son increíblemente monótonas, lo cual aumenta considerablemente los índices de accidentalidad, pues los conductores se duermen con facilidad. Esto hace que también se incremente su voluntad de recoger viajeros, así que no me faltó transporte y a ellos no les faltó conversación, como se imaginarán.

Esta última etapa del viaje estuvo marcada irremediablemente por los camioneros. Antes de este viaje, nunca les dediqué mayor esfuerzo mental que el que implicaba pensar en lo estorbosos que son en las carreteras y lo dificil que hacen el pasárselos en la vía.

Sinembargo el viaje cambió mi apreciación. No tengo una sóla queja de ellos.

Si, viajé sola y no, ninguno me hizo ni la más mínima insinuación fuera de lugar.

Conversábamos de la vida, de política, de sus recuerdos de la época de la dictadura chilena que ha sido mi tema recurrente y obsesivo durante esta etapa del viaje, de Bachelet y sus política sociales, de su trabajo en los camiones, de sus familias, de sus penas, sus alegrías, sus orgullos... en fin, cada uno aportó una pieza pequeña al rompecabezas de mis ideas prejuiciosas con estas personas que no son más que hombres amables que llevan una vida difícil, pero sin los cuales sería imposible que un país marchara.

Son las sangre de cada país, que recorre sus carreteras como venas y llevan todo aquello sin lo cual no podríamos vivir: Los alimentos, los empaques, las bebidas, el combustible, los mensajes de amor y de odio... todo, absolutamente todo depende del trabajo de estos hombres, que sacrifican a sus familias, pues las ven únicamente 4 días al mes (no cada domingo, solo 4 dias juntos en un mes), durante toda su vida.

Son padres sacrificados que quizá, si pudieran, cambiarían su trabajo para estar más con sus hijos, esposos dedicados que en muchas ocasiones son abandonados por otros hombres más cercanos, más reales, más presentes. Cabezas de familia orgullosos de los logros de sus hijos, a quienes presionan a que estudien y vayan a la universidad...

Así que esta historia es un abrazo a todos ellos, que se portaron conmigo como lo haría un padre, generosos y desinteresados. Que me sacaron de Chile cuando ya la plata para volver por mi cuenta escaseaba, me dieron de comer en cada parada y hasta me dieron hospedaje cuando fué necesario, sin pedir a cambio más que la compañía y las historias de mi viaje.

Todos tienen la dirección de esta página, pero seguramente pocos podrán leerla, a menos de que sus hijos les ayuden. Sinembargo, aún si nunca ven ésto, van para ellos mis agradecimientos silenciosos por su ayuda, su generosidad y por haberme alejado un poco más de los prejuicios y haberme dado esta nueva lección de humildad!

1 comentario:

Philippe Delteil dijo...

Hola Angelica,

¿Cómo estás?, espero que te estés acostumbrando a tu ciudad y a estar estacionada!...Yo tal vez me voy mañana a Bolivia, a dedo pues, este verano sólo he hecho 700 kms!

He estado leyendo tu blog y me pareció muy interesante, incluso aprendí muchas cosas sobre mi país, no he leído mucho, pero pronto le pondré más atención y te iré comentando una que otra cosa pues chibolita...:D.

Mientras voy a linquearlo desde mi blog.

Saludos y un abrazo!

Philippe