viernes, 2 de noviembre de 2007

Cusco



Cusco es un sueño de ciudad. Desde el instante en que llegué, a las 6 am me enamoré de sus callecitas de cuento!

Recorrí la ciudad de lado a lado y conocí gente preciosa. Primero contacté a Tania, amiga de Fanny, de Lima y nos invitó esa noche a su casa con sus amigos, casi todos músicos y cuenteros. Pasamos delicioso cantando y tocando una gran variedad de instrumentos, desde guitarra hasta cajón, pasando por charango, violín, caja...

Ahí conocimos también a Lucila (Argentina) y Jason (USA) y nos hicimos buenos amigos, así que luego estuvimos tomando chicha, comiendo mariscos y tocando guitarra en su casa.

De visitas culturales no estuvo muy poblada mi estadía, pues de nuevo todo costaba caro, así que tenía que priorizar y obviamente en el TOP ten estaba Machu Picchu.
Sin embargo visité el museo de Santo Domingo, antiguo templo del sol Inka, sobre el cual construyeron los dominicos su iglesia y convento.

También conocí Sacsayhuaman, templo indígena cercano a Cusco y tome unas fotos hermosas!

Averiguamos un tour a Machu Picchu y lo más económico era 130 dólares, incluyendo todo el transporte en tren y bus y la entrada. Si ese era el precio en tour tenía que ser más barato hacerlo uno por su cuenta, así que fuimos a la oficina del tren a averiguar los pasajes.

La compañía que maneja el tren se llama Perurail, pero no es peruana. Es una concesión chileno-británica que monopoliza el transporte al pueblo de Aguas Calientes que es la base para ir a Machu Picchu. El tren es simplemente un robo a mano armada. 57 dólares por media hora de tren y luego 12 dólares más por los buses que te suben a Machu Picchu desde Aguas Calientes.

A los peruanos también les cobran caro, excepto si son del Cusco, pero son muy estrictos a la hora de comprar el tiquete y piden la identificación de cada persona. Los peruanos no están muy contentos con la situación, especialmente porque hay un descuento para chilenos y británicos!

Sin embargo, el pueblo no tiene carretera, así que el tren puede abusar de los turistas cuanto le venga en gana. Resignados hicimos Eben y yo la reserva y con la plata en la mano nos sentamos a esperar nuestro turno al matadero de Perurail para comprar el tiquete.

Algo dentro de mí no me dejaba en paz. Tenía que haber otra forma de hacerlo, no sólo tendría un hueco impresionante en mi presupuesto (aunque bien lo valía Machu Picchu), sino que no quería financiar a esos abusadores.

Así que decidimos cancelar las reservas y buscar en internet y preguntar por ahí. Finalmente dimos con una ruta de contrabando que si bien implica pagar la entrada a Machu Picchu (40 dólares que si van a los peruanos), evita tomar el tren.

No sólo era posible hacer el paseo por 50 dólares en total (incluyendo la entrada a Machu Picchu) en vez de 130 dólares como era la idea con el tour o 120 que costaba por cuenta propia pero tomando el tren, sino que implicaba caminar por sitios nuevos y sonaba muy emocionante!

En la historia de Machu Picchu les cuento el viaje y detallo la ruta por si alguien se anima a hacerla!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola Angie:

definitivamente cusco es un sueño y uno se queda corto al describir lo que se siente .te mando un abrazo , cuidate mucho


MARIA MERCEDES

Angélica dijo...

Hola Merce!
Si, tenías toda la razón! Recibiste mi mensaje? Ojalá nos veamos al regreso para contarte todas las historias!

Un abrazo